domingo, 14 de diciembre de 2014

La escultura y la pintura góticas

La escultura.

La escultura gótica fue independizándose de la supeditación al espacio arquitectónico aunque, durante el siglo XIII, continuó siendo el principal elemento ornamental en fachadas, tímpanos arquivoltas y parteluces de iglesias y catedrales.



      Estatuas del pórtico de la catedral de Reims


Virgen blanca de la catedral de León 


          Púlpito del baptisterio de Pisa



La pintura.

La estructura de las nuevas iglesias góticas, que sustituía parte de los muros por grandes ventanales, redujo el espacio que el Románico concedía a la pintura. Ello provocó el abandono de la pintura mural al fresco y la generalización de la pintura sobre tabla de madera (retablos) y la pintura de vidrieras.


Los retablos solían colocarse detrás de los altares de las iglesias y podían alcanzar gran tamaño y complejidad. A menudo se unían dos o tres tablas para formar un díptico o un tríptico.


Los temas eran básicamente religiosos, con especial preferencia por las vidas de Cristo , la Virgen y los santos. Su estilo mostraba un mayor interés por el realismo y los fondos dorados se fueron sustituyeron por arquitectura y paisajes.


    Lluís Dalmau: La Virgen de los Consellers


    Giotto: La huida a Egipto



    Jan van Eyck: El matrimonio Arnolfini








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