El dominio musulmán sobre la Península no fue total. En el Norte, galaicos, astures, cántabros y vascones, protegidos por la Cordillera Cantábrica y escasamente vinculados al reino visigodo, mantuvieron su independencia frente a Al-Andalus.
El Reino de Asturias.
Entre los pueblos que vivían en la zona montañosa de la Cordillera Cantábrica debieron refugiarse algunos nobles visigodos huidos después de la derrota en la batalla de Guadalete. Uno de ellos, Pelayo, parece ser que hacia el año 722, obtuvo una primera victoria contra los musulmanes junto a la cueva de Covadonga, en Asturias.
Este hecho ha sido considerado tradicionalmente como el inicio de la Reconquista, es decir, de la conquista por los reinos cristianos de las tierras de la Península Ibérica que habían sido ocupadas por los musulmanes.
Los sucesores de Pelayo, sobre todo Alfonso I y Alfonso II (siglos VIII-IX), crearon un reino alrededor de Oviedo, que se llamó reino de Asturias. Este territorio manifestó su independencia de los musulmanes al negarse a pagar impuestos al Emirato de Córdoba. El reino de Asturias se expandió hacia el Oeste y llegó a dominar buena parte de Galicia.
Santa María del Naranco (Asturias). Esta iglesia fue el palacio de los reyes asturianos
en siglo IX en Oviedo, capital del reino asturiano.
El Reino de León.
En la segunda mitad del siglo IX, los reyes de Asturias, y en particular Alfonso III, aprovecharon la debilidad de los emires cordobeses y ocuparon los territorios que se extendían hasta el río Duero. Se trataba de una zona deshabitada que había sido abandonada por las guarniciones militares musulmanas.
Para controlar mejor el territorio y proteger a los campesinos, los monarcas astures trasladaron la capital de León (854). El reino pasó a denominarse Asturleonésy, más tarde, reino de León.
Alfonso III y su esposa Jimena junto al obispo de Oviedo.
El condado de Castilla.
La frontera oriental del reino de León era una tierra escasamente poblada y una zona muy expuesta a los ataques musulmanes. Para protegerse, sus habitantes levantaron una línea defensiva de castillos frente a los ejércitos árabes. Por ello, esta zona empezó a denominarse Castilla.
En el siglo X, Castilla pasó a ser gobernada por condes que dependían del rey de León. Uno de ellos, Fernán González (931-970), fue muy influyente en la corte de Ramiro II, a quien prestó ayuda en numerosas batallas contra los musulmanes.
En los años siguientes, el condado dependió de los reyes de León o de Pamplona hasta que, con Fernando I, se convirtió en reino independiente (1035).
Reinos Cristianos Occidentales
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